"La gran derrota de la democracia a manos de ETA es la esperanza que le ha dado el presidente Zapatero al negociar una salida pactada sin tener que renunciar a sus objetivos ni arrepentirse."
"Sin ETA, al señor alcalde de mi ciudad no se le hubiese ocurrido incumplir la ley enarbolando únicamente la ikurriña y la bandera de San Sebastián en la institución que él gestiona. Ni tampoco el partido socialista se hubiese abstenido ayer en la votación del Parlamento vasco sobre si conviene o no cumplir la ley en lo referente a exhibir la bandera constitucional en las instituciones vascas. Ni tampoco el ministro de Justicia y el de Interior harían la vista gorda al incumplimiento de esa ley.
"Es una victoria de ETA que en Euskadi un niño no pueda ser escolarizado en su lengua materna española (en torno al 70 por ciento de la ciudadanía vasca).
"Es una victoria de ETA que un dirigente socialista (recuerdo al señor Loza aquél) sostenga que los familiares de presos etarras también sufren, equiparando el dolor de los familiares de la víctima inocente (como ha sido ayer Raúl Centeno) y el de los familiares de sus asesinos. Implica llamar víctimas del terrorismo a los asesinos y también a sus asesinados, como hacen los nacionalistas vascos e IU.
"Es una victoria de ETA que el monumento erigido por el municipio al socialista donostiarra asesinado por ETA, Fernando Múgica, se halle obscenamente profanado desde hace mucho tiempo con inscripciones de ETA llamando a asesinar («borroka da bidea» o «Gora ETA») y a nuestro alcalde socialista no le preocupe.
"Porque la victoria de ETA sobre el Parlamento vasco es aplastante cuando éste tuvo la veleidad de estatuir una proposición no de ley (25 de junio de 2003, instando «a todas las administraciones públicas a la eliminación de pintadas, carteles y a la prohibición de cualquier acto público que atente contra la memoria de las víctimas o que hiera la dignidad de las personas o atente contra los derechos cívicos») que no se cumple en paredes, muros, frontones y caminos del País Vasco, saturados de eslóganes asesinos e injurias a las víctimas.
"Pero sin duda, la gran derrota de la democracia a manos de ETA es la esperanza que le ha dado el presidente Zapatero al negociar una salida pactada sin tener que renunciar a sus objetivos ni arrepentirse del mal ejercido.
"La derrota es haber roto el pacto de Estado contra el terrorismo y con Zapatero hermanado con los partidos políticos nacionalistas y verde-comunistas que justamente se habían negado a suscribir aquel pacto de derrotar a ETA, instalándola de nuevo en las instituciones vascas por expreso deseo de Zapatero.
"Por eso, con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno, cada asesinato de ETA se nos convertirá en derrota. De ahí que éste último asesinato sea una victoria de ETA." Mikel Azurmendi, Eta nos puede seguir derrotando.