"A los catalanes España nos prohíbe tener selecciones nacionales. Por lo tanto, cada victoria de España es un puñal que todavía hace más cruda esta prohibición humillante."
Días negros para los nacionalismos españoles. Fútbol con la selección nacional y manifiestos en defensa de los derechos ciudadanos. Pésima combinación para las tragaderas de las diferentes franquicias del KKK.
“A los catalanes España nos prohíbe tener selecciones nacionales. Por lo tanto, cada victoria de España es un puñal que todavía hace más cruda esta prohibición humillante. Ahora pienso en Capdevila, Xavi, Sergio Garcia, Fernando Navarro, Cesc, y el capitán del Barça Carles Puyol. Pienso en los catalanes que juegan con España. Pienso en catalanes que se avienen a jugar con la selección que nos humilla no dejándonos tener la nuestra.” Salvador Sostres, No celebrar.
Mientras la demanda de aprendizaje del español aumentó en los últimos años en todo el mundo entre el cincuenta y el setenta por ciento, en las regiones con Movimiento Nacional se intenta restringir su uso y se proscribe su enseñanza. Los nacionalistas suelen inventar fantasmas, cuyas proporciones engordan en función de la estrategia de cada momento. Y ahora tocan dos bulos. Primero, afirmar que la defensa de la lengua común es un peligroso monstruo de enormes proporciones, alimentado por un nuevo florecimiento del franquismo. Y luego sostener que las lenguas regionales están proscritas, a punto de desaparecer de la faz de la Tierra, y carecen del menor respaldo institucional y jurídico
La amenaza monstruosa de este periodo fraquista que, al parecer, se ha iniciado en nuestro país llega de la mano de intelectuales y futbolistas:
- “Hoy el nacionalismo integrista español, el que como Franco sigue negándonos como pueblo vivo, confía en el pan et circenses -el fútbol narcótico- para enardecer a sus gentes y sostener la falacia de una patria común rojigualda. Ahora, paradoja de paradojas, el héroe Marcelino se llama Iker, y sólo nos queda confiar en que el heredero de Yashin tenga mejor fortuna que aquél y mande a la selección de España a casa con el rabo entre las piernas, como volvió la División Azul. Son insufribles." Martin Garitazo, Otra vez, ¡Viva Rusia!
- "No es la primera vez, ni es el primer colectivo, que con ínfulas políticas o constitucionalistas pretende introducir la cizaña entre los tranquilos meandros de la convivencia lingüística en Catalunya. Es la hora de pararles los pies. Los firmantes del Manifiesto no recuerdan los tiempos que en todos los libros de texto, en todas las películas, en todos los lugares oficiales y en todas las conversaciones públicas sólo se permitía el castellano." Jordi Vilamitjana I Pujol, Parem-los els peus.
Parémosles los pies, titula este individuo en un periódico subvencionado, cómo no, por el gobierno regional catalán. Hace algunos años le pararon los pies a otros que intentaron lo mismo. O la pierna.
El caso es que las cosas no fueron como las cuenta este propagador del odio, ni siquiera de manera aproximada. La persecución lingüística de las lenguas regionales durante el franquismo es un mito, esto es, una mentira, muy conveniente a los intereses de la xenofobia étnica de catalanistas, galleguistas y peneuvistas vascos.
Franco y su régimen no prohibieron el catalán, ni existe una sola ley española en ninguna época que lo prescriba en los términos en que suelen aventarlo los nacionalistas. El único gobernante que dictó una legislación erradicando el catalán fue un monarca francés, al que los hoy considerados “heroes nacionales” del catalanismo habían entregado parte de los antiguos condados.
Sin embargo la realidad no puede estropear una columna, aunque su resultado desvele de manera tan precisa la catadura mortal y la talla intelectual de sus autores:
"Ya sabe que los diarios, para fidelizar a los lectores (y las lectoras) que nos quedan y para intentar robar a los rivales, nos hemos inventado esto que denominamos promociones. Pues bien, resulta que un diario de Madrit [sic], en colaboración con la reputada empresa RosaDíez SL, ha decidido superar las ofertas existentes en el mercado y ofrecer nada menos que la colección Intelectuales Manifestándose Sobre... Se trataba de encontrar un nuevo tema que sustituyera el 11-M y ‘Ejpaña se rompe’ y lo han encontrado. La lengua es un tema que siempre vende muy bien en Puerto Hurraco." Iu Forn, 'Manifiesto' amb el mètode Ramoncín
El procedimiento para combatir las afirmaciones del Manifiesto por la lengua común, o para ocultar el entusiasmo de los españoles ante su selección de fútbol, incluidos los españoles que viven en el País Vasco, en Galicia y Cataluña, consiste, como suele ser habitual, en renunciar a la argumentación, a la razón, para apelar al odio, a la genitalidad más o menos disfrazada de discurso “político” o de columna de opinión:
"El catalán es una lengua ‘minorizada’ en su propio territorio en una sociedad diglósica (el castellano es a menudo la lengua de prestigio y general, en un contexto multilingüe -que no bilingüe-) y ‘en contacto’ -por decirlo de una forma exquisitamente suave- con una lengua históricamente extranjera.” Jaume Fàbrega, Intrusió de l´espanyol.
Intrusión del español, se titula esta cosa. Siguiendo las pautas del comportamiento prototipo del fascista (la acentuación del odio), su autor no duda en falsificar con descaro los hechos:
“La realidad es que toda la historia de España (o Castilla, tanto vale) está dedicada, entre otros asuntos, al exterminio de la lengua catalana, al menos desde 1493 (fecha de introducción de la Inquisición castellana en los Países Catalanes). El catalán es la única lengua de Europa hablada por millones de personas que no es oficial." Jaume Fàbrega, Intrusió de l´espanyol.
La Inquisición, como ya hemos señalado en otro sitio, llegó a España de la mano del antiguo condado de Barcelona (que no reino, ni nada parecido). En Castilla, antes de los Reyes Católicos, no existía. Fue Fernando quien la implantó. De la misma manera que la famosa “leyenda negra” tiene su origen en Italia. En la Italia ocupada por los aragoneses. Pero no será aquí donde rememoremos parrafitos del Dante referidos a “los catalanes”. Sigamos en cambio con el fútbol y los manifiestos:
- "Siempre he desconfiado de los que se proclaman salvapatrias, sean del signo que sean. Siempre he desconfiado de aquellos que para dirigirte la palabra se envuelven en la bandera. Este días, autoproclamados intelectuales (¿qué requisitos se deben cumplir por merecer tan noble atributo?) han parido un nuevo manifiesto a favor de la lengua. La española, claro. Cegados, enfermos de patriotismo, y sobre todo, mal informados (la mayoría no viven en nuestro noble país), se emperran en negar la verdad y en manipularla. ¿En qué caray se basa esta gente mesetaria? En tiempo de crisis siempre conviene azuzar las bajas pasiones y distraer al personal con folklorismos. Odio al diferente combinado con exaltación de la víscera nacional." Mar Jiménez, Què passa amb Espanya?
- "Somos una excrecencia geográfica, un tumor maligno, un excremento que no ensucia, antes da gusto de pisar. Somos una rareza antropológica, el divertimento de la españolidad excluyente y profunda. Somos el gran premio de la Eurocopa. Tiro al catalán, que siempre toca y amén. Cuando ves a los carapintadas y los cojones del Osborne te coge miedo de golpe. Proclamar ‘Catalanes, Catalunya!’ es pecado. La moda es cantar ‘A por ellos, oé’ o, peor, ‘Podemos’. Toda la vida nos lo han pagado insultándonos." Francesc Cruanyes, Tir al català.
Terminemos (de momento) con un recordatorio en absoluto casual:
“No es «contradictoria» la actitud de Rajoy cuando, al proponer una ley en defensa del castellano, anuncia su apertura a los pactos con los nacionalistas periféricos. Es, simplemente, una «broma siniestra».” César Alonso de los Ríos, O pactos o manifiesto