"El comercio sufre". Con una mano, el nacionalismo catalán expresa su preocupación por la crisis del comercio. Con la otra, lo expolia con multas de millones de euros por no usar la lengua obligatoria. En 2007, el nacionalismo catalán recaudó a través de los servicios de control lingüístico, basados en un sistema de delaciones anónimas, 3.000.000 €.
Durante el último año, el gobierno regional catalán gastó 156.993.855 € en el fomento de la lengua catalana, un 30,8% más que en 2006. En el mismo período, el Instituto Cervantes gastó 81 millones de euros. Aclara la memoria del gasto de la propia Generalidad que las cantidades gastadas no suponen el monto total destinado a la lengua:
[Los casi 157 millones no incluyen los] gastos de formación del personal propio de la Generalitat o costes de equipamientos, infraestructuras o actuaciones hechas en catalán.
Un tercio del "dinero lingüístico" de Cataluña fue destinado a ayudas al cine (por ejemplo, a la producción de cine pornográfico en catalán) y a medios de comunicación. Desde la llegada a la presidencia de la Generalidad catalana de José Montilla, el capítulo de gastos destinados a la promoción lingüística se ha triplicado con respecto a la época de Maragall.
Ante semejante dispendio resulta normal que el gobierno regional catalán tenga que recurrir a fuentes de financiación extraordinarias, si podemos calificar de tal manera el expolio a los empresarios radicados en las provincias catalanas.Tres millones de euros es el importe que alcanzaron en 2007 las multas impuestas a los empresarios que se resistieron a la rotulación obligatoria en Cataluña.
El comercio recibió la peor parte en la campaña de persecución del español en las cuatro provincias catalanas. Algo más de la tercera parte de las multas fueron impuestas a comerciantes minoristas. Casi un millón de euros procedieron del sector servicios, mientras cantidades inferiores fueron obligados a pagar los empresarios de telecomunicaciones y transportes.
Según Josep Huguet, que en 2005 fue consejero de Comercio en el Gobierno regional catalán y hoy lo es de Innovación, “la lengua es el termómetro para medir la calidad de un servicio”.
El sistema de delación anónima instaurado por la Generalidad catalana para acabar con el uso del castellano en Cataluña utiliza formas amables para ocultar su voluntad censora, que busca controlar el idioma que eligen los ciudadanos para comunicarse.
Las Oficines de Garanties Lingüístiques son organismos creados por el Gobierno tripartito catalán para garantizar la aplicación de una normativa que discrimina el castellano en favor del catalán.
El objetivo de estas Oficines es lograr que la población utilice solamente el catalán en sus conversaciones habituales y para ello se vale de un sistema de denuncias anónimas que cualquier ciudadano puede interponer a empresas y particulares. Las denuncias van acompañadas de las correspondientes sanciones.
Las Oficines de Garanties Lingüístiques se han instalado en las capitales de provincia catalanas y se encargan tan solo de proteger los derechos de los catalano hablantes. Por supuesto, en su documentación no se utilizan términos políticamente incorrectos. No se habla de delación, ni de denuncias anónimas. Pero siempre se ha dejado bien claro todo el procedimiento cuando se establece de manera inequívoca que se respeta la “confidencialidad” de quienes delaten a empresas y/o particulares. Cuando arrancaron, estos organismos especificaban:
La confidencialitat està garantida.
Tras los escándalos y denuncias de estos años, la información pública sobre el anonimato de las delaciones ha quedado en un discreto segundo plano. Ahora en los impresos de denuncia hay casilleros para el nombre del denunciante pero no exige al funcionario de turno ningún control acerca de la autenticidad de esos nombres. Mucho menos si se denuncia por internet. Además la Generalidad catalana se apresura a aclarar que la Ley de Protección de Datos garantiza que los nombres de los denunciantes se requieren solo a efectos de comunicación entre la administración y eld elator, y nunca se harán públicos.
Mientras algunos ayuntamientos vascos, gobernados por los nacionalistas, han recurrido a los vigilantes de la lengua, que se encargan de controlar el idioma que hablan los niños del municipio en su vida privada y, en su caso, de convencerles para que abandonen el castellano a favor del vasco, los nacionalistas catalanes han optado por el sistema de Oficines de Garanties Lingüístiques, que parece bastante más efectivo, se puede extender a toda la región y ofrece una imagen menos inquisitorial que la vasca. Aunque sus costes sean muy superiores al comportar la creación de un nuevo servicio público. Cuando los nacionalistas catalanes reclaman más dinero para Cataluña y hablan de balanzas fiscales, no incluyen en su debe todos los gastos adicionales que suponen medidas como esta y que terminan pagando todos los españoles.
Las normas de funcionamiento de las Oficines de Garanties Lingüístiques son bien explicitas. Literalmente dicen así:
Si consideráis que no se han respetado vuestros derechos como persona consumidora en relación con el uso del catalán y queréis que se inicie un procedimiento administrativo –que puede conducir a una sanción en el supuesto de que se demuestre el incumplimiento de la legislación vigente– podéis presentar una denuncia.
Necesitamos vuestra colaboración, como personas consumidoras y usuarias, para que las empresas con sede en Catalunya incorporen el uso del catalán. Por esto, en los establecimientos disponéis de hojas oficiales de reclamación/denuncia.
Las propias Oficines de Garanties Lingüístiques ofrecen en su documentación ejemplos de lo que debe hacer el ciudadano:
Ejemplo
Denuncia: Haré un viaje con la agencia Rueda por el Mundo, he pedido el contrato de servicios en catalán, pero no tienen ningún ejemplar. Considero que no se respetan mis derechos como consumidor y quiero hacer una denuncia que conduzca a la aplicación de sanciones, si se demuestra que se vulneran mis derechos.
Respuesta: Efectivamente, tenéis derecho a disponer del contrato en catalán. Rellenáis el impreso de queja o denuncia en papel, haced las copias y tramitadlo. Si nos facilitáis los datos de la agencia, nos pondremos en contacto por informarla de la legislación, ofrecerle asesoramiento y ayudarla a resolver el problema. Este hecho no implica la anulación del expediente iniciado.
Estos son los servicios que ofrecen las Oficines de Garanties Lingüístiques según se recogen en sus propios documentos:
¿Qué hacemos? Atendemos las personas que quieren formular consultas, quejas o denuncias en torno al derecho de vivir en catalán, y en aranés en el Valle de Aran. Tramitamos las quejas y denuncias para que los organismos competentes hagan una inspección y, si hace falta, impongan una sanción.
Tras la cháchara políticamente correcta con que se envuelven las oficinas de control lingüístico del empresario y del ciudadano, surge con claridad el carácter étnico-lingüistico del tripartito gobierno regional catalanista. Y también sus consecuencias. Este texto apareció publicado en La Vanguardia. Su autor en Lluís Peix, que escribe porque ha recibido la notificación oficial para que suprima el castellano de la rotulación de su comercio:
Nací en 1940 fuera de España. Recuerdo que cuando veníamos de vacaciones a Barcelona, al llegar a la frontera, mis padres decían: "Nens a partir que entrem a Espanya no parleu català, que està prohibit". Cuando explico esto hay quien dice: "¿Qué esperabas de un régimen fascista?". Pues nosotros seguíamos hablando en catalán y nunca nadie nos amonestó.Hace unos meses recibí en mi establecimiento de Barcelona un aviso del Ayuntamiento en el cual me comunica la obligación de eliminar unos focos que iluminaban la fachada y a la vez me advertía que debía poner todos los letreros en catalán para adecuarlos a la normativa del Departament de Política Lingüística y que de no hacerlo incurriría en una sanción de 600 euros por cada elemento que incumpliera la normativa.
Pregunto yo: ¿qué diferencia de talante hay entre prohibir el uso de un idioma y obligarte a usar un idioma bajo sanción de 600 euros si no lo haces? (Lluís M. Peix Soler, Multas lingüísticas. La Vanguardia, 5.4.05)
En el curso de una entrega de premios a la mejor iniciativa lingüística del sector comercial, celebrada hoy, el vicepresidente del gobierno regional catalán, Josep Lluis Carod, declaró:
Tenemos que seguir reafirmándonos en que promover el uso de la lengua entre el comercio, en rotulación y como lengua, es un valor añadido en la calidad del servicio.