"Esta mañana podríamos estar asistiendo al entierro de un político que surgió de la nada y no llegó a lugar alguno."
Financiación autonómica: la trampa del estatuto catalán
M. Vidal Santos
Este fin de semana, nueva ración de nación imaginaria, esta vez en Moncloa: encuentro bilateral España-Cataluña. El presidente del Gobierno convoca a José Montilla para resolver el espinoso asunto de la financiación autonómica.
Las salidas a un asunto del todo imposible según lo plantea la Generalidad catalana son escasas. No parece que el Gobierno pueda cerrar una negociación bilateral con el presidente regional, desentendiéndose del resto de autonomías. O sí, porque la vocación trilera del máximo dirigente de los socialistas españoles ha quedado acreditada en ocasiones más complicadas.
Tras la reunión, sus participantes nos dirán que han llegado a un acuerdo. Pero bastará esperar algunas horas para conocer hasta dónde han llegado los daños. Porque los va a haber. Si Rodríguez Zapatero contenta a su correligionario, se enfrenta al resto de los suyos, que están deseando ver cómo acaba este nuevo episodio propiciado por el malhadado estatuto catalán. Si no lo hace, el Partido Socialista ya puede ir despidiéndose de la poltrona de la plaza de San Jaime. Y tal vez de algo más.
En cuanto a Montilla, exactamente lo mismo. En Cataluña, convergentes, republicanos y comunistas le esperan con las uñas bien provistas de recelos. ¿Será José Montilla el segundo presidente de la Generalidad que cae víctima de Zapatero? Esta mañana podríamos estar asistiendo, sin saberlo, al entierro de un político que surgió de la nada y no llegó a lugar alguno.