Pretender que Hamas es un movimiento de “mártires”, como
sostiene una organización radicada en España, llamada Red Mundo Arabe, y
que CNT representaba en la primera mitad del siglo XX la honesta lucha
de los sufridos trabajadores, como sostiene la actual CNT, es
sencillamente manipular la Historia.
Ambas organizaciones, el sindicato y la Red, han presentado querellas criminales contra quien esto escribe por señalar el carácter criminal del terrorismo palestino y el no menos criminal comportamiento de la CNT en nuestra Historia.
Si lees y frecuentas kioscos callejeros o virtuales, si navegas por internet y curioseas de manera más o menos regular la opinión en la red, al cabo del día habrás leído un montón de opiniones que compartirás y otras ante las que mostrarás un completo desacuerdo. A veces te sentirás insultado y habrá “opinadores” que te habrán resultado ofensivos.
Si perteneces a alguna plataforma u organización, o te sientes identificado con alguna formación política, fácilmente leerás improperios contra ti y habrás tenido que habituarte a las agresiones.
Si además eres cristiano, te preguntarás demasiado a menudo qué les has hecho para que se comporten como una manada de fieras deseosas de hacer daño.
Pero nunca se te ocurriría acudir a la policía y llevar ante un juez a quienes lo intentan. Al fin y al cabo, cada cual es libre de expresar sus opiniones (siempre que se trate de opiniones), y de hacerlo en la forma que más conveniente le parezca.
Pues bien, quienes te agreden cada día con sus tergiversaciones, sus mentiras, sus insultos, sus ofensas, sus intentos de cambiar la Historia y de imponértela como verdad universal políticamente correcta, consideran además que están en su derecho a acudir a la policía y al juez para que te autoinculpes y pidas perdón.
En el último año he acumulado dos querellas criminales de dos organizaciones que, más allá de las apariencias, tienen mucho en común: a tenor de cómo actúan, ambas quieren acabar con quien piensa de manera distinta y así lo expresa.
Red Mundo Arabe llena su web con artículos que glosan las actividades de un grupo terrorista, Hamas, a cuyos miembros se califica de “mártires”. Hacerse eco de semejante actividad en este artículo ha provocado su querella criminal.
En cuanto a CNT, el sindicato anarquista se considera injuriado porque en este otro texto recordaba que practicó el terrorismo en determinados períodos de nuestra historia.
Todo esto se resuelve muy fácilmente. Ve a ver al juez, acepta en el acto de conciliación que estás equivocado, retráctate, autoincúlpate, y asunto arreglado. Te obligarán a publicar tu autoinculpación y, como en los mejores tiempos de papá Stalin (o papá Fidel), tras ella no tendrás que ir a la siberia que nuestra reaccionaria progresía quiere imponer a los ciudadanos desobedientes.
Se trata de disparar contra todo lo que se mueve. Por ejemplo, tras la garzonada, el espectáculo organizado por la progresía en el poder y sus palmeros, quieren suprimir la figura jurídica de la acusación particular. De la misma manera que quieren acabar con la libertad de conciencia, tal como ha reconocido explícitamente el ministro de “Justicia”, con la coartada de la Ley de libertad religiosa, la Ley del aborto y la asignatura de adoctrinamiento conocida como Educación para la Ciudadanía. Y como buscan restringir la libertad en la red con la excusa de la Ley de Economía Sostenible.
El trato que estamos recibiendo los periodistas no difiere mucho de ese tipo de iniciativas inquisitoriales. Cada vez son más los profesionales de la información que ven coartada su libertad de expresión, presionados por grupos que quieren imponer su reelaboración del pasado y/o su ley del silencio.
Saben que solo imponiéndola, lograrán salir del sumidero
en que los hechos les colocaron. Por eso presionan. Por eso, jaleando a
su gobierno, están recortando las libertades individuales y los
derechos civiles. Por eso acuden al BOE, en poder de los que son como
ellos, aves rapaces de la libertad y el derecho, y recurren a la policía
y a los jueces tratando de callarnos.
Mi caso es insignificante y del todo irrelevante. Pero esa misma humildad me permite ser absolutamente libre. Por eso yo no me retracto, ni me autoinculpo, ni estoy dispuesto a aceptar que los círculos son cuadrados, ni que Hamas es un grupo de mártires, ni que los asesinatos de CNT fueron inventados por la malévola derechona franquista.
Mi país está hecho unos zorros por culpa de ese tipo de intentos de manipulación, por culpa de esas campañas de tergiversación. Porque hay organizaciones que se sienten más próximas a los asesinos que a sus víctimas. Y ahora esas organizaciones están en el poder, o gozan de sus privilegios. Y presentan querellas criminales.
No todos pensamos que el pasado es relativo y moldeable.
No todos queremos chapotear en la indignidad moral, ni queremos contribuir a la destrucción de los valores que nos han permitido llegar hasta aquí juntos y unidos.
No todos queremos olvidar los principios para acomodarnos a los “nuevos derechos”.
De modo que seguiremos diciendo lo que pensamos.
Y eso nunca podréis evitarlo.