Aviso a navegantes prepotentes y a quienes, entre tanto carné de partido y sindicato, olvidan su misión: borrar la descripción de los hechos no borra los hechos.
Husmean.
En la España de las supuestas libertades, cualquier bloger puede convertirse en reo. De hecho, varios de ellos ya lo son. Ahora el imperio mediático más poderoso puede lanzarse sobre quien expresa desde su casa una opinión. Nunca le considerarán, ni mostrarán hacia él más que desdén. Hasta que escribe algo que no gusta al gran hermano, inquisidor del progresismo.
Guardianes de gulag. Funcionarios de campos de concentración. Todo aséptico. Aquí la columna de los gaseados, aquí la de los fusilados. Aquí mis razones, Las Razones. Aquí los fachas. Todo en perfecto orden.
Un orden que pasa por despreciar a quien discrepa en privado y cercenar su libertad cuando lo hace en público. Es la prepotencia pendenciera de quien todavía tiene el descaro de considerarse moralmente superior.
La vieja frase de Alfonso Guerra sobre lo que le pasaba en la foto al que se movía ha ido evolucionando a lo largo de esta legislatura y media. Ahora, además de al silenciamiento y al destierro, moverse conduce al juzgado. A la censura. A la inhabilitación. Es el viejo régimen del terror, tan conocido en nuestro país, que ahora adquiere nuevas formas de expresión en manos de la izquierda . ¡Son tantos años de práctica!
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Más información en Querellas criminales por escribir que Hamas es una organización terrorista y que CNT lo fue.