“A veces algún español me reprocha que me sienta superior por ser catalán. Somos superiores”.
La sección de opinión de El Mundo nunca se ha caracterizado por su brillantez. Escasa y previsible, se salva ocasionalmente gracias a algunos aislados nombres. De un tiempo a esta parte ha empeorado gravemente: publican opiniones (tal vez el término resulte excesivo en este caso) firmadas por un señor llamado Salvador Sostres.
Telemadrid, una cadena hacia la que siento una especial simpatía y cuyos informativos, de la mano de Agustín de Grado, me reconcilian con el oficio, también ha contratado esta temporada para una tertulia política a Salvador Sostres.
Cuando La Vanguardia, el grupo Planeta y la Generalidad se cansaron del panfleto xenófobo Avui, después de décadas entregándole enormes sumas del dinero de los ciudadanos, Sostres se quedó sin su ración cotidiana de vanidad (no nos engañemos: para eso escribimos). El programa de Sardá, en el que solía ofrecer espectáculos poco descriptibles, también desapareció.
Fue entonces cuando apareció la mano amiga y empezó a colaborar en El Mundo. Y de ahí a Telemadrid (¿quién le leyó una mañana y pensó “qué tío tan gracioso, que venga”?).
Estas son las “gracias” que Sostres escribe:
“Yo sólo hablo español con la chacha y con algunos empleados. Es de pobres y de horteras”
“En Barcelona es muy hortera hablar español, yo sólo lo hablo con la chacha y con algunos empleados. Es de pobres y de horteras, de analfabetos y de gente de poco nivel hablar un idioma que hace este ruido tan espantoso al pronunciar la jota.
Renta per capita de Noruega, 36.600 dólares; Dinamarca, 30.940; Islandia, 29.750. Tres países riquísimos, con economías internacionalizadas y lenguas más pequeñas que la nuestra pero que las hablan sin complejo.
Contra esta absurda creencia que el catalán nos cierra puertas, estos datos son lo suficientemente elocuentes de si sirve o no sirve una lengua minoritaria. En cambio en el maravilloso mundo hispánico la pobreza es el único dato. La media de los 13 principales países americanos que tienen el español como lengua, contado desde la Argentina, Chile y México en Nicaragua, Honduras y el Ecuador, es de 6.209 escacharrados dólares de renta por capita.” (Más en Hablar español es de pobres)
“Me siento superior a los españoles”
"A veces algún español me reprocha que me sienta superior por ser catalán. Claro que me siento superior a los españoles, estamos varios escalones por encima en la escalera evolutiva. Hemos salido de la cueva y tenemos otros argumentos que los de afirmación genital y la pedrada. No vivimos de robar a otros pueblos, ni de exterminarlos. Somos superiores. La libertad es nuestra esperanza y vuestra peor pesadilla." (Más en Por qué lo llamamos etnicismo)
“Cada victoria de España es un puñal”
“A los catalanes España nos prohíbe tener selecciones nacionales. Por lo tanto, cada victoria de España es un puñal que todavía hace más cruda esta prohibición humillante. Ahora pienso en Capdevila, Xavi, Sergio Garcia, Fernando Navarro, Cesc, y el capitán del Barça Carles Puyol. Pienso en los catalanes que juegan con España. Pienso en catalanes que se avienen a jugar con la selección que nos humilla no dejándonos tener la nuestra.” (Más en "Cada victoria de España es un puñal" para Cataluña)
“Andaluces, muertos de hambre”
“Los que os moríais de hambre érais vosotros, desgraciados.
¿Qué tal, Pepe [Montilla]? Huías de la miseria, viniste a Catalunya y lo has tenido todo pagado. No te hemos exigido nada, ni siquiera que crearas ninguna riqueza a cambio de la riqueza que te sació el hambre.” (Más en No todos los nacionalistas son iguales)
Sostres no vive de escribir en El Mundo o de participar en una tertulia política en Telemadrid. Es botiguer. Con posibles. El comercio familiar tiene establecimientos en la zona más exclusiva de Barcelona, en Madrid y en Marbella. Y sirve en bodas de infantas con aspiraciones catalanas, como antaño sirvió a jerarcas del franquismo. No, Sostres no vive de los medios. Vive de que “definitivamente, en la prensa de derechas de España ya no cabe un tonto más”.