Para vergüenza de la profesión y de sus empresas, El País y El Mundo han aceptado el tour organizado por el sátrapa marroquí para mayor gloria de su reinado.
La excusa, por supuesto, es el derecho a la información. Un derecho convertido en tapadera en manos de estos dos periódicos, dispuestos a aceptar las condiciones de Mohamed VI a cambio de poder hacer unas fotos (las que les digan) y de poder escribir unas líneas (las que les permitan).
La profesión es un estercolero. Y de vez en cuando quienes dirigen los grupos de comunicación echan unas palas más de mierda para que nadie pueda asomar la cabeza sin empaparse.