Conectas la radio y los opinadores oficiales se rasgan las vestiduras. Sintonizas cualquiera de las innumerables y cansinas tertulias políticas de televisión y los periodistas mediáticos aúllan como hienas. Las columnas de opinión de los periódicos se mueven entre la viuda siciliana gritando junto al féretro y el anarquista de principios del XX preparando una bomba. Estos días la prensa española da más asco que nunca.
Esta mañana los Reyes Magos me han permitido lujos de tiempos pretéritos. He escuchado la radio sin las prisas de un día laborable y he podido ojear los periódicos de papel con parsimonia. He sentido vergüenza ajena ante el espectáculo de los colegas convirtiendo en “derecho” el tabaco y trivializando el concepto de libertad.
No hubo durante 2009 ni una sola tertulia radiofónica dedicada íntegramente y con un nivel similar de convicción y firmeza a la defensa de la vida. Pero ahora defienden el “derecho” a fumar pasando por encima de los derechos de los demás con una virulencia que denigra la inteligencia del oyente.
Y así llevamos una semana. Porque este país no tiene otra cosa de la que preocuparse, al parecer.
Aunque no sé qué me da más vergüenza. Si la prensa convencional en su conjunto, comportándose con tanta bajeza, o esos medios supuestamente críticos con el Gobierno (¿o se trata solo de palmeros del PP?) que han convertido la prohibición del tabaco en un asunto de Estado y claman por las “libertades” perseguidas.
Berrear ante una cámara o un micrófono que fumar es un derecho y un asunto de libertades individuales no es solo trivializar los derechos y la libertad. Es también caer de pies y manos en la trampa del proyecto Zapatero. Eso es justamente lo que el actual PSOE ha hecho del derecho y las libertades: trivializarlas. Para poder luego recortarlas.
Gracias, entre otras cosas, a la pobreza ideológica de la derecha mediática florecen en España los Zapateros.