No son solo dos nombres. Son sobre todo dos referencias políticas y éticas, dos ejemplos de lo que ha sucedido en nuestro país con la dignidad y el coraje gracias a la traición del Partido Socialista, cuya dirección ha consumado su pacto sangriento con los asesinos.
En Ondárroa los votos nulos fueron mayoría. Los nuevos cargos electos del PNV, IU, Aralar y EA en esa localidad vizcaína no se atrevieron a recoger sus actas de concejal. Solo Germán López Bravo, el candidato del Partido Popular, tuvo coraje y decencia y cumplió con su obligación.
La historia no es demasiado diferente en Lizarza. Un insigne cobarde nacionalista, Joseba Egibar, accedió a la alcaldía en 2003, tras la ilegalización de Batasuna, pero no se atrevió a enfrentarse a los etarras. Primero les ofreció puestos privilegiados en la corporación y como no logró un acuerdo con los terroristas, huyó del pueblo y no volvió a aparecer por allí.
En 2007 el PNV ni siquiera se atrevió a presentarse a las elecciones en Lizarza para no molestar a los etarras, que aparecían en aquella ocasión disfrazados de ANV. Así llegó a la alcaldía otra heroína de esas que solo aparecen en el País Vasco y solo de la mano del Partido Popular: Regina Otaola (A Self-Styled "Sheriff" Aims to Tame the Basque Country).
Después de las elecciones de este domingo, tras servir con valor, lealtad y honestidad y convertirse en ejemplo para toda la nación, Regina y Germán ya no están en Lizarza y Ondárroa. Entre tanto el Premio Príncipe de Asturias se lo dan a cualquiera que haya aparecido en Hola.
A estas dos personas a las que los ciudadanos tanto debemos les sustituye de nuevo el nacionalismo al que hicieron frente valientemente. Estamos ante el mayor “éxito” del Partido Socialista Obrero Español, que ha conseguido doblegar la razón, la Justicia, la libertad, las instituciones del Estado y la decencia, y ha entregado a los asesinos nacionalistas más de mil concejalías.
En panfleto etarra Gara escribía esta mañana que el suelo de Bildu-ETA “debiera estar en torno a los 200.000 votos y el techo en los 274.000”. Con el 98 % escrutado y gracias al Partido Socialista Obrero Español y a seis magistrados del Tribunal Constitucional (Pascual Sala, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa, Elisa Pérez Vera, Eugenio Gay, Luis Ortega), Bildu ha conseguido 313.231 votos.
El balance de esta jornada electoral es cruelmente sencillo y el jolgorio del Partido Popular no debería distraernos (cuántos traidores también en la dirección actual del PP vasco): hoy han ganado los asesinos gracias a sus cómplices, los traidores del Gobierno de la nación y de la dirección del PSOE.
Ahora nos dirán que empiezan las primarias de los socialistas, pero lo que en realidad empieza es más importante: ha llegado la hora de recoger las nueces. Y esta vez los recolectores no serán del PNV, sino del PSOE.