Los socialistas que durante 10 años han jaleado las propuestas de Zapatero anuncian para septiembre la celebración de una “conferencia política” para decidir lo que tienen que decir que piensan a partir de ahora.
No presupongo que el gen molotov del PSOE desaparezca con la retirada de Zapatero y la millonaria jubilación de sus jóvenes compañeros de viaje gubernamental. El ánimo destructivo de la izquierda española es inseparable de su propia existencia. De hecho es su misma razón de ser. Pero a partir de ahora, con el regreso de los abuelos a la dirección del partido, las aristas más radicales se maquillarán para volver a una etapa de fingimiento como las que ya conocimos en el pasado.
Para la próxima travesía del desierto los socialistas, que han decidido dejar en segundo plano el proyecto Zapatero en vigor desde 2010, se ponen ahora a buscar etiquetas y lemas. En cuanto al contenido, ni está, ni se le espera porque es el mismo de siempre, el que sembró González con suma habilidad y desarrolló Zapatero con rencor y espíritu de venganza.
Puestos a disimular y necesitados de aparentar un cierto aire de renovación, el PSOE se debatirá en las próximas semanas y hasta su conferencia política entre el giro a la izquierda que pregonan recalcitrantes como Tomás Gómez y el pragmatismo de los abuelos, que tan buenos resultados dio en tiempos de Felipe.
A pesar de los ríos de tinta que provocará, el asunto es tan baladí como parece. Porque salga la burra blanca o negra, la víctima volverá a ser la sociedad española. Ayer, en una tertulia en Intereconomía TV, Alfonso Basallo repitió uno de los mantras de la política española:
“Es muy importante para la democracia que el PSOE salga de esta situación y vuelva a representar una socialdemocracia seria y coherente.”
¿Se puede negar la mayor? Procedamos: ¿dónde está escrito que la existencia del PSOE sea positiva para la sociedad española? Porque cuantas veces ese partido ha tenido la oportunidad, ha tratado de llevar a la ciudadanía por el camino que esta no quería transitar.
Ahora toca burra blanca. Entre el comité federal de hoy y la conferencia política en Fructidor o Vendimiario, vamos a tener que soportar la habitual (y siempre eficaz) campaña de propaganda socialista. La nación entera parecerá girar alrededor de la busqueda (aparente) del nuevo norte del PSOE. Sus problemas internos parecerán los problemas de todos nosotros. Y los medios de comunicación no nos van a ayudar: se prestarán a machacarnos sin piedad.
Conviene pues administrar desde este mismo sábado la triple vacuna vírica contra los procesos de abducción de la izquierda:
- Los ciudadanos terminamos siempre siendo víctimas del PSOE.
- Nuestra convivencia no necesita de sus “servicios”.
- Cuanto más hundido esté ese partido y más tarde en levantar cabeza, mejor nos irá a todos.