No me canso de ver esta foto. Son los tipos que desde que comenzara el siglo han estado intentando destruir todo lo que valoro.
Hoy, once años después de que el consejo de administración de la fábrica de gas decidiera creerse aquella sandez de la Nueva Vía y plegarse a los deseos del diputado Zapatero pasando por encima de Rosa Díez y Bono, nosotros ya no somos los mismos.
En apenas once años la fábrica de gas de Ferraz nos ha ido empujando a los confines del sistema. Ellos, los genuinos antisistema, artífices de la corrupción de nuestra vida colectiva, han dedicado estos años a tratar de arrojarnos fuera del sistema.
Con la astucia de la serpiente, pintaron su moloc con colores brillantes y al señuelo de los nuevos derechos acudieron los bienintencionados y los canallas, como acudían a Sol la semana pasada, y se prestaron al juego turbio de la rendición propuesto por Zapatero.
Todos los estudios de opinión, los del CIS y los privados, señalan que los españoles valoramos por encima de todo la familia, no estamos de acuerdo con la adopción de niños por parejas homosexuales, pensamos que el aborto es un mal, exigimos la mejor educación posible para nuestros hijos, desconfiamos del adoctrinamiento del poder, consideramos que la práctica de la religión es positiva y creemos que los políticos son el problema y no la solución. Y sin embargo la ciudadanía ha asistido como rebaño de borregos a la puesta en práctica de políticas destinadas a dinamitar justamente todos y cada uno de esos asuntos.
El proceso de destrucción puesto en marcha por la dirección del PSOE no ha logrado sus propósitos pero ha sentado las bases para que triunfen en el futuro si el Gobierno que sustituya al del PSOE no deroga la legislación zapatera. Y hoy por hoy el PP no tiene la menor intención de hacerlo.
Por eso la foto de los soberbios no es patrimonio del PSOE. Quienes nos han insultado y vilipendiado durante estos años, los que nos han tratado como a ciudadanos de segunda, los que trataron de expulsarnos del sistema, esos que aparecen en las fotos, serán relevados por nuevos rostros soberbios si no ponemos pie en pared.