La pedagogía del odio se ha incrementado en los últimos meses en Cataluña en la misma proporción en que se ha consolidado la complicidad del Gobierno del PSOE con ETA y ha subido el listón etnicista en CiU y en el resto de palmeros de la xenofobia y el guerracivilismo.
El nombre de López Bofill, que oculta su primer apellido cuando firma algunos de sus libros, está ligado a las siglas de todos los movimientos secesionistas radicales de los últimos años: Sobirania i Progrés, Crida Nacional, Cercle d'Estudis Sobiranistes, Esquerra Independentista, Solidaritat Catalana per la Independència, etc.
Hay algo que muy pocos políticos españoles y muchos menos analistas consideran con respecto al llamado nacionalismo “democrático”: que ese adjetivo responde solamente a circunstancias cambiantes, no a convicciones sólidas. El nacionalismo es más o menos moderado, incluso más o menos pacífico, en función solamente de lo que los viejos comunistas denominaban “las condiciones objetivas”: si hay alguna posibilidad de arrancar privilegios, el nacionalismo “democrático” se mantiene en el sistema. Si la ubre se ha secado, se echa la monte.
Como todos los nacionalistas, López también considera que el grado de moderación de su supuesta ideología es meramente coyuntural y en alguna ocasión ha insinuado que la hora de imitar a ETA y recurrir a las armas también en las cuatro provincias catalanas está al caer:
“El pacifismo radical en el cual estamos instalados nos inhabilita para desarrollar el mínimo pensamiento estratégico con los atributos de defensa de la comunidad imprescindibles que caracterizan una lógica estatal o de una comunidad que aspire a convertirse en un Estado” (Hèctor López Bofill, Els orígens del pacifisme. Publicado en Avui, 27.8.07)
Este agitador con título académico y hambre de francotirador balcánico ha justificado la legalización del grupo etarra Bildu a base de perdonarle la vida a quien no piensa como él, en este caso, el Partido Popular.
En una de sus habituales intervenciones en la televisión pública regional, TV3, López habló del "agravio comparativo que debe afrontar" ETA y señaló que "habría que ilegalizar al PP, porque también entran dentro de los motivos de la ley de partidos que ellos mismos aprobaron".
Es solo un ejemplo, un exabrupto más, una nueva muestra del lamentable nivel del discurso etnicista, que sigue radicalizándose en nuestro país de la mano de los compañeros de viaje del terrorismo etarra.
e-noticies, el muy subvencionado digital secesionista, es un buen ejemplo de la propagación del odio etnicista. Un somero repaso a sus titulares de los últimos días da idea del grado de rencor y violencia que destilan este tipo de publicaciones, ante las que jamás osará quejarse ningún fiscal, mientras cumplen a la perfección su función de generadores de odio: