No puede abrir los ojos porque vería el estado en que ha dejado el patio nacional, así que los cierra y se dedica a soñar. Ahora la izquierda imagina que nunca estuvo aquí y que puede llegar a nuestras vidas como si fuera la primera vez. Y además arreglárnoslas. O así.
Estos son los sueños que confiesa uno de los personajes más significativos del PSOE pata negra, el sociólogo de cabecera de Felipe González y su secretario de Presidencia, Julio Feo:
“Anoche tuve un sueño. Rubalcaba era el candidato del PSOE para las próximas generales. En la conferencia política del PSOE (que se celebrará en septiembre, pero en mi sueño ya había tenido lugar), el Partido Socialista giraba a la izquierda.
Que se dé por terminado el Concordato y se suspenda ya la prorrogación de facto que existe en la actualidad. Por tanto, que desparezcan los símbolos católicos de las instituciones públicas, incluido el ejército: adiós a los capellanes castrenses.
Que se imponga el principio de que la Iglesia es una institución de carácter privado y que opera sobre las conciencias individuales de los ciudadanos. Por tanto, serán católicos los que lo deseen.
Hacer una nueva ley de memoria histórica y acabar con aberraciones como el Valle de los Caídos, el reciente Diccionario Biográfico de la Academia de la Historia, etc. Y apoyar con todos los medios iniciativas para aclarar asuntos pendientes tan dolorosos como los niños robados y vendidos, los muertos despreciados en las cunetas, etc.
Que desaparezcan de una vez todos los símbolos referentes a la Guerra Civil aun si están en propiedad privada a la vista del público.
Que se convierta en delito la apología del fascismo o del nazismo.
Después de aprobar este programa, en mi sueño, Zapatero dimitía en un gesto de generosidad y conseguía que se pactara con catalanes y vascos la investidura de Rubalcaba.
Me despierto del sueño y ganamos las elecciones.” (Público, 12.6.11, Anoche tuve un sueño)
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En episodios anteriores
Por qué la izquierda se está convirtiendo en una fuerza residual en algunas regiones de España
Lo que el Gobierno reconoce que va a hacer con el Valle de los Caídos (y nadie se lo va a impedir)
