Es la última propuesta de quienes están empeñados en repartir carnés de partido en el seno de la Iglesia. La larga mano del PSOE maneja las formulas de división empleadas con éxito en las regiones de iglesias vacías, y lo hace con el objetivo de torpedear la visita del Papa y la Jornada Mundial de la Juventud.
“El costo económico del evento es muy alto y creemos que no se compagina con el estilo de Jesús en el Evangelio (…) Muchas de estas empresas [que colaboran en la JMJ] forman parte de lo que la prensa denomina los ‘mercados’, o son sus propagandistas ideológicos.” (Extractado de Los mecenas de Rouco)
El Foro de Curas de Madrid dice estar muy preocupado por la unidad (“estamos dispuestos a procurar la máxima unión y comunión”) y también por los mercados y la crisis. Pero justifica su rechazo a la visita del Papa y a la JMJ recurriendo a los argumentos de un panfleto virtual de extrema izquierda denominado “el plural”, especializado en defender etarras, socialistas corruptos y empresarios monopolistas del PSOE, y dedicado a atacar sistemáticamente a la Iglesia católica. Así, estos “curas de Madrid” anónimos copian y pegan del mencionado libelo:
“Entre las causas principales de la crisis está la disminución de capacidad adquisitiva de la mayoría de los ciudadanos. ‘La disminución de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional se ha hecho a costa de un crecimiento muy acentuado de las rentas del capital’. Vicens Navarro, elplural.com, rebelion.org, 21-3-2010.”
Se trata de la misma estrategia que se empleó hace algunas décadas para dividir y desprestigiar a la Iglesia en las regiones de parroquias vacías y seminarios desiertos. En esas zonas, donde separarse un milímetro del discurso oficial “progresista” y/o nacionalista cuesta la exclusión, se empezó llamando a los Apóstoles “los amigos” de Jesús. Y así, suprimida la jerarquía por la vía del “colegueo”, se pasó a criticar a los obispos en nombre del pluralismo y el diálogo.
Luego se llamó “nacionalcatolicismo” a cualquier manifestación de la Iglesia que no aceptara sus peculiares propuestas. Más tarde se consideró que lo correcto era no obedecer a los obispos y cardenales y al Papa, porque era más solidario y justo que cada cual aplicara su personal lectura del Evangelio. Y se terminó sustituyendo la Navidad por el solsticio de invierno.
El proceso de destrucción eclesial experimentado en España desde los años 80 no se entiende si la labor de infiltración del pensamiento-losa de la izquierda, que ha ejercido un control férreo sobre la ciudadanía de manera ininterrumpida desde 1977 a nuestros días, exceptuando los ocho desperdiciados años de Gobierno de José María Aznar, y que se ha esforzado en horadar la unidad de la Iglesia y el sentido de la fe y en destruir sus estructuras.
El último capítulo de esta labor de zapa se registra en Madrid, que hasta ahora se había visto libre del virus. La aparición de este Foro de Curas tiene un único objetivo: vaciar las iglesias. De la misma manera que el 15M solo tiene el objetivo de reavivar el maltrecho ánimo de la derrotada y desanimada izquierda. Aunque en uno y otro caso aparezcan eventualmente personas de buena fe que crean estar colaborando en un altruista proceso de regeneración.