Un panfleto digital de tortuoso recorrido, con firmas cargadas de condenas judiciales por calumniar, sostiene que pertenezco al yunque. No tengo inconveniente en reconocerlo públicamente: formo parte del tal yunque y paso largas horas en HazteOir.org.
Durante la larguísima tournée de presentación del libro Proyecto Zapatero, no hubo ciudad en la que no se levantara algún circunspecto caballero dispuesto a convencer a todo el auditorio de que tras Rodríguez Zapatero lo único que había era la larga mano de la masonería. ¡Como si para acabar con la nación no se bastara el PSOE!
Pues bien, nuestro libelo confidencial favorito sostiene que yo pertenezco a una muy peligrosa y poderosa sociedad secreta… mexicana.
- ¡Joder! ¿Mexicana? ¿No podría haber sido norteamericana, o rusa, o algo? Una secta mexicana es como una chica mala que no fume, ¿quién se la va a creer?
El libelo de lengua fácil afirma además que esta secta no solo controla desde una distancia de casi 10.000 kilómetros a los 300.000 miembros de HazteOir.org, sino a todos los de Profesionales por la Etica, a los del Instituto de Política Familiar, a un número indeterminado de obispos, arzobispos y cardenales españoles, a algunos insignes dirigentes del Partido Popular, al Gobierno y, oh sorpresa, ¡incluso a un grupo de críos que aprovechan los fines de semana para hacer excursiones por el monte!
Todos nosotros seguimos al parecer las consignas y las órdenes que alguien nos transmite por misteriosos conductos desde México.
- ¡Tú a escribir el pinche Proyecto Zapatero! ¡A cuerpo 12 y en Times New Roman!
- ¡A ver, tú! Me nombras ahorita mismo a Gallardón y le dejas que enrede con los gays.
- ¡Y tú, güey, me llevas a esos niñitos a Gredos y les das un paseo de dos horitas!
- ¡Monseñor, vente para acá! ¿Qué diantres haces con Alfa y Omega? ¡Ese editorial no puede pasar de las 14 líneas!
A ver si lo he entendido: todas las asociaciones que formaron parte del movimiento cívico contra Zapatero en los últimos 8 años, la Conferencia Episcopal, el Partido Popular, el Gobierno y unos niños que van al monte, todos pertenecemos a una secta teledirigida desde México.
¡Lindo!
Y con este aliño, un periodista con cuatro condenas a sus espaldas por mentir y difamar sirve la ensalada en el susodicho libelo.
¡Prodigiosa pluma la del lobo!
______________________________
Si te quieres enterar de lo que hacemos en el yunke con permiso de D.F. no te pierdas esto: