La Federación de Independientes de Aragón prepara la celebración de referendos sobre la imposición del catalán obligatorio en algunas zonas de la región. En respuesta a la medida promovida por el PSOE y siguiendo el modelo de consultas de autodeterminación del secesionismo catalanista, la FIA se dispone a organizar las consultas para preguntar a los ciudadanos si quieren la educación y la administración en catalán en el área oriental aragonesa, un territorio anexionable para el catalanismo.
Después de incumplir las reiteradas sentencias que obligan al nacionalismo catalán, el civil y el religioso, a devolver a sus legítimos propietarios las obras de arte de las iglesias de la zona oriental aragonesa, el catalanismo se propone dar un paso más de la mano de Marcelino Iglesias: la Ley de Lenguas, que declara el catalán como “lengua propia e histórica” de los aragoneses. La norma se votará en el parlamento regional la semana próxima.
“¿Está usted de acuerdo con que la Ley de Lenguas declare que Fraga ha sido históricamente una localidad de lengua y cultura catalanas?”
A diferencia de las consultas secesionistas que se van a celebrar en Cataluña, donde cualquiera puede votar sin necesidad de figurar en el padrón municipal, ni tener la nacionalidad española, en los referendos aragoneses se exigirá demostrar que el votante es nacional y está empadronado en la localidad.
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Papeles de Salamanca sí, bienes de "la franja", jamás. Pedir con una mano, robar con la otra. O comportarse como el mismísimo Franco. Todo eso es lo que está haciendo el nacionalismo catalán con las obras de arte aragonesas que se niega a devolver a sus legítimos propietarios.
El chapapote étnico del nacionalismo ha vuelto a vocear que quieren la carta del abuelo, aviesamente robada por los franquistas, que a punta de bayoneta asaltaron el hogar familiar de todos y cada uno de los catalanes en el 39 con el fin de borrar del mapa la cultura catalana.
La sandez renueva tarifas y predicadores, alquila palacios de la música (catalana, naturalmente) y permite añadir un ladrillo más al edificio de la secesión puesto en marcha por Z y sus colegas nacionalistas e izquierdistas.
Mientras tanto, los mismos que claman justicia universal (catalanista) y pretenden seguir desmantelando el Archivo de Salamanca (en cuanto lo hayan conseguido empezarán con el Prado) desobedecen con luz y taquígrafos las tropecientas resoluciones judiciales que les obligan a devolver las obras de arte aragonesas que se exhiben en Lérida y que están ahí de manera algo más que irregular.
La ley para el nacionalismo es relativa, como para Z, y solo tiene vigor si beneficia a la empresa de construcción de ladrillos.
"Ocho años después de que la Generalitat de Cataluña decidiera catalogar los bienes propiedad de las parroquias del Aragón oriental, el Ejecutivo autonómico ha encargado un estudio jurídico para analizar si es posible denunciar ante los tribunales civiles la inclusión de ese patrimonio en los fondos artísticos catalanes y su exposición en el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida. Así lo anunció ayer el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que avanzó que el recurso podría interponerse "previsiblemente" ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña." (La DGA pide ahora un estudio para ver si es posible exigir los bienes por la vía civil)
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Se supone que dentro de pocos días empezarán a llegar los "papeles" de Salamanca a Cataluña.
Mientras tanto las autoridades civiles y religiosas de esa autonomía siguen sin cumplir las sentencias que les obligan a devolver los bienes culturales aragoneses en poder de las diócesis leridanas. Ahora "el obispo de Lérida contrata a una abogada austriaca para no devolver el arte aragonés".
En episodios anteriores: Los bienes artísticos de la Iglesia y el nacionalismo.
El "creativo" Consejo de Europa vuelve a dar muestras de su capacidad fabuladora al inventarse la historia del Reino de Aragón.
El Consejo de Europa ya dio muestras hace unas semanas de su incapacidad para el rigor a propósito del terrorismo nacionalista. Ahora vuelve a las andadas con el mismo vigor inventivo poniéndose del lado del nacionalismo catalán en su reivindicación de los territorios aragoneses próximos a la provincia de Lérida.
Según este organismo existió en el pasado una "unión catalano-aragonesa" y no un reino de Aragón. Y partiendo de tal aseveración, concluye que es preciso potenciar el catalán en Aragón. Marcelino Iglesias, entusiasta defensor de la existencia de tres lenguas en su autonomía (castellano, catalán y aragonés), está de enhorabuena.